Y coges una noche, como otra cualquiera, y no hace falta ni que te esfuerzes en recordar..

Tu mente empieza a recopilar momentos, experiencias, sentimientos, sensaciones, y como una gran explosión aparecen de golpe inundádote y extremeciendo cada centímetro de tu piel, y te das cuenta que aunque has intentado dejarlo a un lado, lo quieres, y mucho, lo quieres como el mismísimo día en el que te distes cuenta de que podría pasar lo que pasase, y haber 200 tanques apuntandote, 20 metralletas en tu frente y 60 espadas atravesandote que tu ibas a estar a su lado cada día, que ibas a luchar por el, y que nunca le pasaría nada mientras estubieras tu para evitarlo..

Nosotros, los seres humanos, tenemos muchos defectos entre los cuales destaco el gran error de querer convertir algo del tamaño del infinito en insignificante.

Hoy yo, no lo niego, lo quiero, lo quiero infinito. Pero este siempre, era a corto plazo.