Como con muchas cosas podemos comparar la vida como un gran barco.
Un barco enorme, en el pasan muchas cosas. Cada persona, cada vida tiene su propio barco, que navega y navega. Barcos que aveces se hunden y entonces tienes que contruir uno nuevo tras un tiempo de reflexión. Barcos que necesitan unirse a otros para poder seguir adelante, barcos que navegan en soledad, barcos que chocan contra grandes icebergs y
se hunden y barcos que pese a las tormentas que hayan siguen adelante. Barcos cambientes, barcos que empiezan a navegar y barcos que ya llevan toda una travesía. Barcos que conozen los siete mares y barcos que nunca salieron de un charco de agua.
Vidas con sentido y sin él.
Aveces nuestro barco de va undiendo y si lo vas remendando, poniendole grandes parches para que el agua no ente y te ahoge pero tantos parches debilitan su coraza y cuando mas necesitas un salvavidas miras a los exteriores del barco y piensas, ¡dios, estaba tan convencido de que mi travesía iba ser perfecta que me olvidé de los botes salvavidas!.
El agus sube y sube, algunos se dan por vencidos, otros no.
Algunos barcos amigos te ayudan a seguir, te tiran una amarra para ayudarte a avanzar, pero ellos tambien se pueden hundir por lo que no siempre puedes depender de ellos.
¿ya está se acabo?, tendre que empezar de nuevo. Ya vas haciendote la idea.
Y de repente aparece un salvavidas, aparece así de la nada. Es un barco que siempre estubo a tu lado en la mayor tormenta aunque nunca lo vistes como el bote salvavidas.
Pero sí es el, viene a salvarte.
El es tu salvavidas, es mí salvavidas.
Un nuevo mundo por descubrír.
Tantos años que viví, con el miedo a naufragar. Hoy no puedo esperar más de mi felicidad.El poco amor que recibí y que nunca al olvido llegarán.
Aunque malos momentos el me hizo pasar lo recuerdo sin rencor porque esa corriente que formó me arrastró asta no poder más, hasta necesitar ayuda, hasta que me ayudaron, hasta que mi salvavidas me ayudo, el dolor de otro me llevo hacia el.
Esta es mi manera de empezar a vivir otra vez.
Porque aunque la tormenta me aturda yo seguié aquí, con el corazón en pie.
Las gracias por todo lo que nos unió, me hice fuerte al decidir, alejarme de un barco que me atacaba detras de una mascara con las palabras te quiero, y aventurarme a conozer un mundo nuevo.
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